Inspirado en la belleza serena de Arinsal, un pintoresco valle en los Pirineos de Andorra, y la profunda espiritualidad de la Cruz africana, este collar fusiona dos mundos de significado y arte. El diseño intrincado de la Cruz africana, reinterpretación de la cruz cristiana adaptada a las religiones originarias de África, refleja un puente entre culturas, donde lo antiguo se encuentra con lo nuevo en una conexión profunda y armoniosa. Las formas del collar evocan la majestuosidad de las montañas de Arinsal, mientras que el símbolo central honra una rica tradición de transformación y aceptación. Una pieza que no solo adorna, sino que invita a quien la lleva a conectar con el legado espiritual y cultural que trasciende el tiempo y el espacio.