Inspirado en la fuerza de la unión, este collar combina eslabones que se entrelazan como reflejo de los lazos que construimos a lo largo de la vida. Las piedras naturales, cargadas de energía orgánica, aportan equilibrio y autenticidad a la pieza. El símbolo omega, que cierra el diseño, representa el final que también es comienzo —un ciclo completo, una declaración de plenitud. Una joya que celebra la conexión, la transformación y el poder de lo eterno.